POBLAR LAS ESCUELAS

Toda sociedad democrática e igualitaria deposita los más altos recursos en la educación, porque allí se forman los ciudadanos del futuro.

La escuela especial Raúl Carrea circunscribe el camino de la educación para niños y jóvenes que tienen dificultades más complejas que aquellos que van a escuelas de nivel.
Una “escuela especial” está adecuada a la necesidad pedagógica de los estudiantes, busca acompañar a los niños y jóvenes en la trayectoria escolar y cuentan con un equipo técnico de trabajadores sociales y psicopedagogos que ayudan en todas las tareas, prestando especial atención en aquellos casos complejos donde existen trabas o dificultades severas.

El trabajador social es de vital importancia porque busca acompañar a las familias de manera holística, con el principal objetivo de conseguir un avance concreto en la educación. Se trabaja en base a las necesidades y en constante observación de las habilidades, fomentando el desarrollo de actividades que sean de interés para el estudiante en cuanto a sus objetivos y sueños.

Lamentablemente los recursos son limitados, las necesidades se extienden por todo el territorio y las familias deben cumplir con requisitos mínimos para que sus integrantes puedan acudir a los establecimientos educativos. Existen variadas situaciones en donde la energía se desvía en preocupaciones inmediatas: vestimenta, alimento, limpieza y cuidados básicos de salud (el barbijo en época de pandemia, por ejemplo). El sistema educativo exige a los estudiantes asistir a la escuela, pero el problema reside en cómo llegan hasta allí.

Queremos formar parte del engranaje de una sociedad mejor, haciendo girar la maquinaria en el sentido de la prosperidad, la igualdad, y la dignidad social.

Desde la Fundación Uniendo Corazones analizamos la situación de adversidad de varios alumnos de la escuela, elaboramos un plan de apoyo inmediato para que sus familias tengan los recursos necesarios y queremos conseguir que los niños y jóvenes sigan asistiendo al sistema educativo. Sabemos que los cambios positivos logran efectos multiplicadores: que la familia se proyecte y se retroalimente de un entusiasmo educativo en pos de un objetivo común. Desde la fundación ayudamos a cumplir con las condiciones básicas para la participación escolar y elaboramos diferentes planes de desarrollo familiar.

Podes formar parte de nuestro grupo, sumate.

No cambiaremos la vida de todas las personas, pero una de nuestras búsquedas es hacer que los sueños de los más pequeños tengan las máximas posibilidades de realizarse.


Agradecemos a Cecilia Pucheta por concedernos una larga entrevista y colaborar con los conceptos.
Ella es trabajadora social integrante del equipo técnico en la escuela Raúl Carrea.